Nunca subestimen el poder de la nostalgia. Es una máxima que ha alimentado a la industria del entretenimiento en los años recientes. Desde una nueva edición de Draqgon Ball Z hasta las películas más recientes de Star Wars son impulsados por este principio y la caja registradora parece darles la razón.
Esta vez le tocó el turno a Nintendo, una empresa que, en los años recientes, ha sufrido por una baja importante en las ventas de su consola de sobremesa, la Wii U, y una progresiva disminución de su consola portátil, la 3DS.