viernes, 22 de julio de 2016

El gigante asiático despierta

De ser la gran maquila de la electrónica de consumo China, gracias a la transferencia de conocimiento, se está convirtiendo en un referente importante. Hoy día hay empresas que, o ya son referencia mundial, o han estado revolucionando sus mercados en los últimos años. 


Hasta no hace mucho los productos chinos tenían una imagen muy característica. Se les veía como imitaciones mal hechas, productos de baja calidad, económicos, pero sin ningún tipo de confiabilidad. Los materiales y la calidad de construcción evocaban más a un juguete de esos que rellenan las piñatas que a un producto de electrónica de consumo. En fin, productos que, a menos que se tenga un presupuesto verdaderamente corto, era mejor evitar. 

Pocos recuerdan que esa era la imagen de los productos japoneses hasta finales de los 70, o la imagen de los productos coreanos (Corea del Sur, por supuesto) hasta hace menos de un par de décadas. Pues, todo es parte de un proceso de transferencia de conocimientos que ha estado moviendo el eje de la innovación tecnológica de un país al otro.

El proceso ha estado desarrollándose de la siguiente forma: El país referencia en tecnología usa a otro país para manufacturar los productos que ellos diseñan. Esto hace que, con el tiempo, el segundo país vaya adquiriendo un conjunto de conocimientos como la selección de componentes y materiales, diseño y, sobre todo, el proceso de manufactura. Con ese conocimiento adquirido es sólo cuestión de tiempo para que ciertos emprendedores decidan replicar el proceso creador por su cuenta, bajo su visión, pero impulsado por el desarrollo generado desde el otro país. Tiempo después el país maquila empieza a generar su propia innovación, dejando atrás a su referente. 


Lenovo: Hacer lo que venían haciendo



Recordemos aquellos tiempos en los que IBM era un competidor importante en el mercado de las PC. Un mercado en pleno apogeo en el que la empresa tenía buena parte de sus procesos de ensamblaje y manufactura a cargo de una empresa china. Cambios en el mercado hicieron que el modelo de negocio no fuese tan rentable como antes y el gigante azul decidió enfocarse en servicios, abandonando la venta de Computadoras. Ante esto, la empresa que ya estaba haciendo el ensamblaje decide comprar toda la operación… y así comenzó a existir la marca Lenovo. 

Hoy día es una de las empresas más importante en el mundo de la computación y, aunque haya trastabillado en el mundo de la telefonía móvil, es ahora dueña de Motorola Mobility y están haciendo cosas interesantes con marcas más pequeñas. 

Huawei: Un gigante en expansión



Fundada en 1987, Huawei era una empresa dedicada a la importación y distribución de centrales telefónicas en China. A dos años de su fundación reveló el propósito de desarrollar sus propios productos y, para 1993, lanza su primera central telefónica digital con una capacidad muy superior a las de la competencia en China. Hoy día es una empresa multinacional cuyo negocio fundamental es la telefonía móvil, desde el desarrollo e instalación de equipos de redes celulares hasta el diseño y fabricación de terminales para el consumo. 

Los teléfonos de Huawei han venido elevando su calidad de construcción de forma notable. Hoy lucen acabados en metal y vidrio con diseños muy elegantes y una interface de usuario bastante pulida. También desarrollan sus propios procesadores móviles. Aun así, el gran golpe que anunció el nivel de calidad de sus productos al mundo fue el año pasado cuando, en sociedad con Google, lanzaron el Nexus 6P, el buque insignia de referencia para los puristas de Android. 

OnePlus: La que cambió un mercado



Es una de las más jóvenes empresas chinas en la electrónica de consumo. Con apenas un par de años de fundada, esta empresa entró de golpe en el mercado mundial de teléfonos móviles para cambiar las reglas del juego. Su primer modelo, llamado OnePlus One, fue uno de los mejores equipos del 2014. Tenía las especificaciones de un tope de gama y un precio que era la mitad del de cualquier otro buque insignia.

Pero no cualquiera lo podía comprar, pues, uno necesitaba ser invitado. Como no tenían la capacidad de cubrir una enorme e insospechada demanda, la empresa recurrió a un sistema de invitaciones que permitía manejar mejor esa brecha. Aun así, el impacto fue tal que algunas empresas buscaron formas de hacer más económicos sus topes de gama sin bajar la calidad.

Hace poco lanzaron el Oneplus 3, su primer modelo fabricado en metal. Como sus dos antecesores, mantiene la propuesta de especificaciones de tope de gama (procesador Snapdragon 820 con 6GB de RAM y 64 GB de memoria interna de alta velocidad) con mínimos sacrificios y un precio que ronda los $400. Esta vez decidieron eliminar el sistema de invitaciones, haciendo de este modelo el primero en venderse libremente.

El hecho es que hoy día ningún país tiene el monopolio de la innovación. Lo importante es que esa energía creadora se tope con las condiciones favorables y el conocimiento indicado. Un conocimiento que no es exclusivo, sino que se transfiere y se filtra generando efectos extraordinarios. Cualquier país puede convertirse en un eje de innovación y eso es lo maravilloso de la tecnología en un mundo interconectado.

Publicado originalmente en SBA Report #74 - Algunos textos fueron actualizados


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